sábado, 10 de diciembre de 2011

Un Justiciero

El Enmascarado no se rinde
(cuento callejero)


Cuando la maestra entra al aula de 2º grado donde daba clase, encuentra en la pizarra escrito:
PIS (El Enmascarado)


Con el ceño fruncido se dirige a la clase y los increpa para que confesara el culpable.

Ante el silencio reinante, se calma, y dice, "haremos lo siguiente, todos cerraremos los ojos y el que escribió eso, se para y lo borra".
"Todos a cerrar los ojos"

Se escucha que se corre una silla, unos pasitos, ruidos en la pizarra y luego pasos y silla en su lugar.

"Ahora, todos abrimos los ojos"

Y en el pizarrón dice:
PIS Y CACA
El Enmascarado no se rinde!!!

viernes, 9 de diciembre de 2011

No queda Nada...

Nada


He llegado hasta tu casa...
¡Yo no sé cómo he podido!
Si me han dicho que no estás,
que ya nunca volverás...
¡Si me han dicho que te has ido!
¡Cuánta nieve hay en mi alma!
¡Qué silencio hay en tu puerta!
Al llegar hasta el umbral,
un candado de dolor
me detuvo el corazón.

Nada, nada queda en tu casa natal...
Sólo telarañas que teje el yuyal.
El rosal tampoco existe
y es seguro que se ha muerto al irte tú...
¡Todo es una cruz!
Nada, nada más que tristeza y quietud.
Nadie que me diga si vives aún...
¿Dónde estás, para decirte
que hoy he vuelto arrepentido a buscar tu amor?

Ya me alejo de tu casa
y me voy ya ni sé donde...
Sin querer te digo adiós
y hasta el eco de tu voz
de la nada me responde.
En la cruz de tu candado
por tu pena yo he rezado
y ha rodado en tu portón
una lágrima hecha flor
de mi pobre corazón.

Horacio Sanguinetti (1944)

domingo, 4 de diciembre de 2011

Castillos en el Aire

Alberto Cortéz
Quiso volar igual que las gaviotas, libre en el aire, por el aire libre y los demás dijeron, "¡pobre idiota, no sabe que volar es imposible!". Mas él alzó sus sueños hacia el cielo y poco a poco, fue ganando altura y los demás, quedaron en el suelo guardando la cordura. Y construyó, castillos en aire a pleno sol, con nubes de algodón, en un lugar, adonde nunca nadie pudo llegar usando la razón. Y construyó ventanas fabulosas, llenas de luz, de magia y de color y convocó al duende de las cosas que tiene mucho que ver con el amor. En los demás, al verlo tan dichoso, cundió la alarma, se dictaron normas, "No vaya a ser que fuera contagioso..." tratar de ser feliz de aquella forma. La conclusión, es clara y contundente, lo condenaron por su chifladura a convivir de nuevo con la gente, vestido de cordura. Por construir castillos en el aire a pleno sol, con nubes de algodón en un lugar, adonde nunca nadie pudo llegar usando la razón. Y por abrir ventanas fabulosas, llenas de luz, de magia y de color y convocar al duende de las cosas que tienen mucho que ver con el amor. Acaba aquí la historia del idiota que por el aire, como el aire libre, quiso volar igual que las gaviotas..., pero eso es imposible..., ¿o no?